¿Sabías que alrededor del 60% de las empresas familiares no sobrevive a la primera generación y menos del 20% llega a la tercera? una de las principales causas: su falta de institucionalización y acuerdos claros entre los familiares.

En México el 90% de las empresas son familiares, por eso es tan importante preparar a los dueños de negocio para que institucionalicen su empresa y sienten las bases para una sucesión eficaz que les permita continuar en el mercado.

La mayoría de mis clientes son empresas familiares y prácticamente en todos los casos cuando comenzamos a trabajar en su Programa de Coaching me doy cuenta que no tienen claro cuánto vale su empresa o qué pasará con ella en unos años, en manos de quién quedará si la o el dueño se retira o llegará a faltar.

Tu empresa familiar puede sobrevivir si trabaja para evitar los principales errores que suelen cometer este tipo de empresas:

  1. Finanzas poco claras. Normalmente, el fundador da a sus familiares puestos innecesarios con sueldos por encima de lo que se debería pagar por el trabajo que desempeñan y no necesariamente cubren el perfil que se requiere, lo que genera problemas financieros al interior de la empresa y un entorno laboral enrarecido. Con el tiempo, estas prácticas pueden convertirse en una bomba que tarde o temprano puede estallar.
  2. Fuga de recursos. Algunos dueños no dan a sus áreas de mercadotecnia y ventas procesos claros a seguir con prospectos y clientes, por lo que, en muchos casos, se otorgan privilegios o descuentos especiales a algunos clientes, sin condiciones claras que aseguren la cobranza.
  3. Todo gira alrededor del fundador. El crecimiento del negocio suele limitarse a la capacidad del fundador o el líder familiar. Por ejemplo, si el perfil del dueño es extremadamente conservador, el negocio crecerá poco a poco, será una empresa financieramente sólida, aunque la participación en el mercado permanezca estable o disminuya con el transcurso de los años. En cambio, si es visionario y acepta un mayor nivel del riesgo, el negocio se desarrollará rápido, pero con el riesgo del fracaso a corto plazo.
  4. Puestos estratégicos sólo en manos de familiares. Los mejores puestos son para la familia, mientras que el resto de los colaboradores quedan al margen de las decisiones de alto nivel. En la mayoría de estas empresas los empleados que no son familiares tienen pocas posibilidades de crecimiento, por lo que el personal con un perfil alto prefiere no hacer carrera en ese lugar.
  5. Debido a la cercanía y contacto frecuente con sus empleados, el fundador se convierte en una especie de padre adoptivo, que tiende a sentirse con la obligación de resolver los problemas de su personal y opinar de cualquier cosa, aun cuando no sea estrictamente laboral.
  6. Dependencia excesiva. Cuando falta el fundador, muchas empresas corren el riesgo de desaparecer. Por ello es importante contar no sólo con planes de sucesión, sino también programas de carrera para prever qué empleados pueden brincar rápidamente cuando se requiera un relevo en puestos estratégicos.
  7. No contar con un Consejo de Administración. Si el fundador tiene la visión y quiere que su empresa trascienda a nuevas generaciones, deberá decidir su institucionalización, dejar el negocio en manos de un equipo de ejecutivos capacitados y elegidos por un Consejo de Administración, no porque le toque el puesto a cierto hijo.

Como Coach Empresarial te puedo decir que, entre las consecuencias más graves de no elegir un sucesor en forma anticipada con el perfil idóneo y reglas claras, es afectar el clima organizacional y perjudicar la relación con los clientes, en especial la confianza que éstos tienen hacia la empresa.

Durante los programas de Coaching para dueños de empresas familiares trabajamos, entre otros temas, un plan de largo plazo que incluye la institucionalización, con el objetivo de que la empresa y sus colaboradores tengan un futuro.