Como en toda relación humana, los conflictos son parte de ella y esto no excluye a la relación entre socios de un negocio, pero así como pueden convertirse en un dolor de cabeza, también pueden ser áreas de oportunidad que le permitan a los involucrados crecer y mejorar y, con ellos, a su empresa.

¿Tienes años trabajando con tus socios? Entonces quizá estas situaciones te suenan familiares:

 

Los socios sienten que las responsabilidades no son proporcionales entre ellos.

En mi experiencia en Programas de Coaching Empresarial con más de 350 dueños de negocio, me he topado muchas veces con socios que sienten que trabajan más que otros, que le dedican más horas al negocio, que aportan más valor, en fin… aunque en ocasiones esto resulta cierto, otras es un tema de comunicación, donde uno no sabe lo que el otro está haciendo en favor del negocio.

No comparten la misma Misión y Visión de la empresa.

Quizá cuando iniciaron, los socios dedicaron algún momento para definir el Propósito del negocio, sin embargo, con el tiempo lo han olvidado o simplemente ya no es vigente, nunca volvieron a hablar del tema ¡Cuidado! El Propósito es lo más importante porque define el impacto de la empresa en la vida de los clientes, si se pierde de vista, se corre el riesgo de trabajar sin rumbo, sin un por qué y esto tarde o temprano tendrá un impacto negativo.

No tienen reglas claras que permitan hacer que su negocio crezca.

Cuando los socios no definen reglas claras para operar entre ellos que les ayuden a delimitar las responsabilidades y compromisos de cada uno, los problemas llegan: duplican el trabajo, no respetan acuerdos con clientes o proveedores, descontrolan al equipo al dar instrucciones diferentes, por citar algunos ejemplos.

En lugar de aprovechar las fortalezas de cada quien se estorban.

Cada socio puede aportar valor al negocio de acuerdo a sus habilidades y fortalezas y es importante recordarlo con frecuencia, sobre todo cuando inician un nuevo proyecto o tienen delante un gran reto, para que la suma de todos sea mucho más valiosa que las individualidades.

Sus objetivos individuales no respaldan los objetivos del negocio.

Cuando los objetivos individuales de cada socio no están alineados con los objetivos del negocio, los resultados que obtenga cada uno no sumarán a los resultados de la empresa, lo cual tendrá un impacto negativo en el mediano y largo plazos.

Tienen desacuerdos pero no hablan de ellos y dejan que se acumulen.

Es normal tener desacuerdos entre socios, el tema no es evitarlos, sino hablar de ellos en cuanto se presentan y buscar una solución de común acuerdo, ya que si dejan que se acumulen pronto saldrán explosivamente, lo que pondría en riesgo su relación. Como Coach de Negocios les he acercado a mis clientes estrategias de manejo de conflictos muy efectivas que les permiten resolverlos y seguir adelante.

El compromiso de cada uno no es completo.

Al emprender un negocio todos los socios tienen el ánimo y el compromiso al más alto nivel, pero después de unos años, con el desgaste del día a día, ese compromiso, en muchos casos, se va diluyendo. Es necesario recordarlo y renovarlo periódicamente, para tener la certeza de que el negocio cuenta con el compromiso total de cada socio.

Si la relación con tus socios presenta algunos de estos síntomas tienen un problema de comunicación y de alineación en metas y objetivos que está limitando el desarrollo de la empresa, necesitan atenderlo cuanto antes para poder avanzar y crecer, antes de llegar a una situación límite que ponga en riesgo el negocio. En el Programa de Coaching Empresarial te enseñaré a implementar una serie de estrategias para que la relación entre socios se convierta en una fortaleza para su negocio.