¿Sabes qué tienen en común Steve Jobs, Larry Page y Eric Schmidt? Además de ser empresarios exitosos.
Además de ser líderes de algunas de las empresas más exitosas del mundo, los tres tuvieron un mentor en común: Bill Campbell, el llamado “trillion dollar coach” (el entrenador del billón de dólares).
Bill Campbell fue un ex jugador de fútbol americano que se convirtió en ejecutivo de Apple, Intuit y Google, y que dedicó gran parte de su tiempo a asesorar y guiar a otros líderes y equipos. Su influencia fue tan grande que se estima que las empresas que ayudó a crecer generaron más de un billón de dólares en valor de mercado.
¿Qué hacía tan especial a este coach? ¿Qué secretos y lecciones nos dejó para mejorar nuestro liderazgo y nuestra forma de trabajar?
En este artículo te comparto las 10 enseñanzas más importantes que del libro “Trillion Dollar Coach: The Leadership Playbook of Silicon Valley’s Bill Campbell”, escrito por Eric Schmidt, Jonathan Rosenberg y Alan Eagle.
- Sé humilde. Bill Campbell era una persona sencilla y modesta, que no buscaba el reconocimiento ni la fama. Se centraba en ayudar a los demás sin esperar nada a cambio. Su lema era “tu título te hace un manager, tu gente te hace un líder”.
- Sé honesto. Bill Campbell no tenía miedo de decir la verdad, aunque fuera dura o incómoda. Era directo y sincero con sus consejos, pero siempre desde el respeto y la confianza. Su objetivo era ayudar a mejorar, no criticar o juzgar.
- Sé curioso. Bill Campbell tenía una mente abierta y siempre estaba dispuesto a aprender cosas nuevas. Se interesaba por todo lo que hacían sus coachees y les hacía preguntas para entender mejor sus desafíos y oportunidades. Su actitud era la de un eterno estudiante, no la de un experto.
- Sé empático. Bill Campbell se preocupaba por las personas, no solo por los resultados. Se esforzaba por conocer a sus coachees como individuos, con sus fortalezas, debilidades, sueños y miedos. Se ponía en su lugar y les mostraba su apoyo incondicional.
- Sé generoso. Bill Campbell compartía su tiempo, su conocimiento y su red de contactos con sus coachees. No escatimaba en recursos ni en esfuerzo para ayudarles a crecer y a alcanzar sus metas. Su filosofía era la de dar más de lo que recibes.
- Sé valiente. Bill Campbell no se conformaba con lo establecido ni con lo fácil. Se atrevía a desafiar el status quo y a proponer ideas innovadoras y arriesgadas. Animaba a sus coachees a salir de su zona de confort y a explorar nuevas posibilidades.
- Sé positivo. Bill Campbell tenía una actitud optimista y entusiasta ante la vida y el trabajo. Celebraba los éxitos y aprendía de los fracasos. Transmitía energía y alegría a su alrededor e inspiraba a sus mentees a tener una visión positiva del futuro.
- Sé coherente. Bill Campbell era fiel a sus principios y valores, y los aplicaba en todas sus decisiones y acciones. No hacía concesiones ni compromisos que pudieran afectar su integridad o credibilidad. Era un ejemplo de congruencia y consistencia.
- Sé flexible. Bill Campbell sabía adaptarse a los cambios y a las circunstancias de cada momento. No se aferraba a planes o estrategias obsoletas o ineficaces. Era capaz de cambiar de opinión o de dirección cuando era necesario o conveniente.
- Sé divertido. Bill Campbell disfrutaba de su trabajo y lo hacía divertido para los demás. Tenía un gran sentido del humor y sabía reírse de sí mismo y de las situaciones difíciles. Creaba un ambiente relajado y ameno donde la gente se sentía cómoda y motivada.
Estas son algunas de las enseñanzas que nos dejó Bill Campbell, el coach del billón de dólares, que transformó la forma de liderar y trabajar en Silicon Valley y en el mundo entero.
Espero que te sirvan para mejorar tu propio liderazgo y el de tu equipo. Si quieres saber más sobre este fascinante personaje y su legado, te recomiendo que leas el libro “Trillion Dollar Coach: The Leadership Playbook of Silicon Valley’s Bill Campbell”, donde encontrarás muchos más detalles y anécdotas.
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